La primera vez con mi madre y con una mujer madura

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Solía pensar que estaba jodido porque no tenía el suficiente sexo que yo quería y mi fantasía más recurrente era tener sexo con una mujer madura. En grandes momentos de excitación pensaba en mi madre o en mi hermana y la verdad es que era cuando más me excitaba.

Mi madre era mi favorita porque tenía unas grandes tetas y un culo increíble para tener 45 años. Recuerdo una vez de camino casa y encontrar a mi madre follando con mi padre en el salón con la ventana abierta. Vi que papá estaba sentado en una silla frente a la ventana y mi madre montándolo a toda velocidad mientras gemía como una puta. Pude ver las tetas de mi mamá rebotando. Sabía que debía dejar de ver aquello y mirar hacia otro lado, pero estaba disfrutando viendo a mi madre follada por una enorme polla.

Entonces escuché a mi padre decirle a mi mamá que se pusiera de rodillas y empezó a correrse sobre las tetas de mi madre, algo que hizo que eyaculara sin tocarme. Me escondí en el armario del pasillo cuando mi padre empezó a vestirse para ir a trabajar. Volví a ver a mi madre y estaba sentada en el suelo apoyada en el sofá, lamiendo el semen de su cuerpo. ¡Quería follármela!, no aguantaba más…

Quería que mi madre fuera mi muñeca sexual personal, así que entré en la habitación cuando mi madre se levantó. Le pregunté por qué estaba desnuda haciéndome el tonto y me dijo que acababa de ducharse. Entonces, cogí a mi madre y la abracé por la espalda, presionando mi polla dura contra su culo perfecto. Mi madre notó que estaba duro y me preguntó que qué estaba haciendo difícil, así que le dije que sabía que no había salido de la ducha y que la había visto follando con mi padre, no tenía nada que perder.

Me agaché y empecé a jugar con su coño. Mi madre comenzó a decir que no podíamos hacerlo porque ella era mi madre, pero le dije que no me importaba y que solo deseaba meter mi polla dentro de ella. Empujé a mi madre contra la ventana como he visto en las películas. Comencé a besar el cuello de mi madre mientras agarraba sus tetas. Ella comenzó a gemir y a respirar cada vez más fuerte. Saqué mi polla y me alineé con mi madre, poniéndola en su coño mojado y chorreante. Mmmmm, recuerdo perfectamente qué calentito estaba…

Seguidamente la agarré de las caderas y empecé a golpear su coño. Estaba luchando para no correrme en los primeros segundos porque podía notar cómo mi madre se estaba corriendo. Cuando finalmente me corrí, la metí lo más profundo que pude dentro del coño de mi madre y vacié mis huevos en ella. Después de sacarla le dije que me limpiara la polla, sabía perfectamente que le encantaba el sabor del semen…

Ella comenzó a lamerlo gota a gota hasta no dejar ningún resto. Ya no solo era la primera vez con mi madre, además era la primera vez que tenía sexo con una mujer mayor. Finalmente me fui a la cama plenamente satisfecho. Había cumplido mi mayor sueño y lo siguiente sería follarme a mi hermana, pero también podría hacer algo mucho mejor y más morboso: un trío con las dos…. Continuará.

Categorias: Folladas, Madre e hijo, Relatos porno de incesto